** Una de mis utopías está en Cuba, no sé si conseguiré hacerla realidad, pero poquito a poquito se va andando el camino de la utopía.
Tengo tantas vivencias e historias utópicas que contar sobre mi
Cuba que no sabría por donde empezar, por cierto a Cuba sí le preocupan nuestros palomares de León, pero como diría Moustache el camarero de la película Irma la Dulce "
pero esa, es otra historia" y quizás otra utopía.
El Diario de León
ha hecho que vuelva a irme a mi Habana, por lo menos por un instante "utópico". Pincha
aquí para leer el reportaje.
Corazón leonés desde La Habana
La colonia leonesa en cuba ha reunido a cientos de leoneses durante un
siglo para no perder el vínculo con su tierra natal y mantener viva la
memoria de una forma de ser y entender la vida.
No hay un dato con el suficiente rigor estadístico del
número de leoneses que emigraron a Cuba, como tampoco de México,
Argentina... pero está claro que, a finales del siglo XIX y principios
del XX fueron miles los que fueron a hacer las Américas a tierras
caribeñas.
Según Juan Andrés Blanco, en su libro «El sueño de tantos»,
León fue en ese periodo la provincia con más emigrantes en Cuba, dentro
del conjunto de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Esa razón y el peso de algunos paisanos en la vida social de
La Habana germinaron en la fundación de la Colonia Leonesa en Cuba, con
fecha para la historia de 29 de julio de 1914, justo hace ahora cien
años, aunque en principio surgiera con el nombre de Club Leonés.
A principios de julio de ese año, un grupo de leoneses,
hasta entonces integrados en el Centro Castellano, dio el primer paso y
organizó una romería de ambiente cazurro para la entrega de un
estandarte de la provincia concedido por la Diputación. Tal fue el éxito
que, ese 29 de julio, se celebró ya la primera reunión, presidida por
Emilio Cuenllas y con Garcilaso Rey como secretario. Sin embargo,
desavenencias con algunos socios hicieron que también se creara el Club
de la Colonia Leonesa hasta que ambas asociaciones decidieron fusionarse
un año después, en 1915, no sin que persistieran algunos conflictos
internos durante algún tiempo.
La Colonia Leonesa de Cuba surge «con la finalidad de
aglutinar y estrechar las relaciones entre los leoneses y sus familiares
residentes en Cuba» y hoy sigue presente, contra viento y marea, con
764 socios, y una más que aceptable actividad social.
Cuba fue para León uno de los principales destinos de la
emigración a América, aunque en menor medida que México y Argentina.
Tras la Guerra de la Independencia y la constitución de la nueva
república en 1902, presidida por Estrada Palma, se abrieron múltiples
expectativas en la isla, pese a lo diezmada que quedó su población tras
el conflicto con España. Se calcula que hasta 1933 entraron en Cuba más
de 700.000 españoles, la tercera parte gallegos, seguidos de asturianos,
canarios, leoneses... En 1917, el 34.8% de los emigrantes españoles se
dedicaban a la agricultura, el 16.8% al comercio, el 6.5% eran
jornaleros, el 2.5% carpinteros y el 31.8% a otras actividades. Teniendo
en cuenta que en 1899 la población total de Cuba era poco más de un
millón y medio habitantes, la masiva emigración española de casi tres
cuartos de millón de personas influyó en todos los órdenes: social,
económico, político, cultural y hasta religioso.
La Colonia Leonesa tiene en esos primeros años de vida
fuerza y recursos suficientes, hasta el punto de apoyar iniciativas como
la ayuda que, en 1927, envió para el proyecto del ferrocarril
Pravia-Cangas-Villablino. O la suscripción que ese mismo año, el 24 de
abril, se realizó para apoyar a la Ciudad Universitaria de Madrid.
No sólo se funda como club social. Cuenta con asesoría
médica y jurídica, tiene hasta su propia finca de recreo en Villa Ana
María, en la zona de Arroyo Arenas, cerca de La Habana, y gestiona hasta
los enterramientos en el cementerio Colón de la capital cubana,
iniciativa que después dio paso a la construcción de un Panteón tras la
adquisición de una parcela de 120 metros, cuyo coste fue de 1.200 pesos
de la época, construcción que hoy sigue en pie.
La cuota para ser socio de la Colonia Leonesa de Cuba empezó
siendo de 0,5 pesos al mes, y algo menos para las mujeres. Otra prueba
de su peso y pujanza en la sociedad cubana fue el hecho de que, entre
suscripciones y donaciones, en 1938 llegó a recaudar más de 20.976 pesos
para distintas causas benéficas en pro de los leoneses en condiciones
más precarias.
Los avatares políticos de Cuba han ido cambiando su realidad
social, pero siempre ha sabido mantener su identidad leonesa, como ha
demostrado los actos que han conmemorado los cien años desde su
fundación aquel 29 de julio de 1914.
El pasado 21 de julio, con una conferencia del historiador
Abel Abella y la inauguración en una muestra fotográfica y documental en
la sede permanente del capitalino municipio de Centro Habana, dio
comienzo la programación.
La víspera, en el Panteón Social del habanero cementerio de
Cristóbal Colón, miembros de la junta directiva y representantes de la
asociación participaron en una misa para bendecir el estandarte de la
Colonia y el programa de actividades que culminó el pasado día 27 de
julio.
En los últimos años, la Diputación ha canalizado varios
envíos a través de la Colonia Leonesa en Cuba. Un trocito de León en la
isla más querida por los españoles.
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Cartel de celebración del 25 aniversario, en 1939 - DL |
Irma.-