No hace demasiado tiempo cayó en mis manos el libro de "Historia de los Balnearios de la Provincia de León" por Wenceslao Álvarez Oblanca. Es un fantástico libro donde recoge documentación sobre los balnearios de nuestra provincia y me apeteció guiándome de su trabajo y su buen hacer realizar estos posts.
El libro lo editó Caja España en el año 1991, han pasado veinte largos años desde entonces y algunas construcciones que se citan ya están en estado bastante decadente por desgracia. Desde aquí contaré una breve historia de cada balneario con algunas fotos de época y todo lo que podais aportar será bienvenido, ya que la utopía del día a día la hacemos entre todos y desde aqui felicitar a Wenceslao por el tremendo trabajo que ha hecho y hace sobre nuestra provincia de León, a mí personalmente me encanta seguirle la pista de cerca.
Historia de los Balnearios de la provincia de León:
La historia del agua como agente terapéutico nos hace remontarnos a las antiguas tribus que habitaban en las cavernas. Sin ningún tipo de conocimiento, tan sólo por la capacidad de observación que tiene el hombre, consiguieron iniciar una técnica terapéutica que se mantiene vigente hoy en día.
Época Griega: haciendo un recorrido histórico de la cultura del agua, debemos comenzar por la Época Griega. Ulises en la Odisea hablaba de los placeres de los baños termales. De la diosa griega del mar Tetis nacieron los ríos y las fuentes. Heracles, cuyo poder de curación a través del agua hizo que su igual romano Hércules fuese sinónimo de balnea, lugar de curación termal.
Época Romana: la época romana se caracteriza por la existencia de termas públicas en casi todas las grandes ciudades, destacando las extraordinarias construcciones arquitectónicas que las albergaban. Al igual que su imperio, la cultura termal fue extendiéndose por toda Europa, llegando hasta Galicia, lugar en el que los romanos encontraron un paraíso termal.
Edad Media: el Islam consideraba la hidroterapia como algo prestigioso, Mahoma le daba mucha importancia a la higiene y los cuidados corporales a través del agua. Rhazes y Avicena, considerado el mayor medico de lengua árabe, desarrollaron la hidroterapia como técnica de aplicación en forma de baños, bebidas y aplicaciones locales en quemaduras, viruela y hemorragias.
Siglos XV - XVI: el siglo XV y principios del XVI se inicia una nueva idea contraria al espíritu religioso de la Edad Media. El descubrimiento de la imprenta dio un giro de 180 grados a la humanidad. El poder de la lectura y su difusión escrita hizo que resurgieran los conocimientos sobre hidroterapia.
Siglos XVII y XVIII: en estos siglos aparecen muchos médicos que estudian y desarrollan la hidroterapia. Defendieron las aplicaciones hidroterápicas, no sólo como método preventivo, sino también como tratamiento terapéutico de diversas enfermedades que hoy en día se mantienen vigentes.
Siglo XIX: a finales del siglo XVIII y principios del XIX, siguiendo con la herencia cultural que nos dejaron los médicos Hahn, se inicia una nueva generación de médicos que van a provocar un retroceso en la cultura de la hidroterapia, debido a su afán por descubrir nuevas técnicas e indicaciones para cada patología.
Época Actual: la época de gran esplendor de la hidroterapia fue el siglo XX, dónde confluyeron factores sociales y científicos que le dieron un impulso definitivo. Tiempos de desarrollo científico, biológico, médico, geológico y químico, estudios necesarios para comprender la base de la hidroterapia y su funcionamiento.
La burguesía leonesa del siglo XIX frecuentó los balnearios de nuestra provincia, pero la verdadera dimensión de nuestros balnearios no viene dada por la minoría burguesa, sino por la auténtica avalancha de gentes de condicion modesta del campo o de los barrios de la capital. La casi precariedad de las edificaciones, lejos del lujo de otras naciones, favorecía la afluencia de este tipo de público, por primera vez, el acceso de las clases populares al disfrute del ocio y el tiempo libre, estamos hablando de un tremendo avance para nuestro tiempo en León.