La utopía del día a día

** Abandonado a su suerte desde la exclaustración en 1835, el monasterio de Santa María de Carracedo, además del robo de su mobiliario, fue despojado de la práctica totalidad de su archivo y hasta del hierro de sus balcones, fue en esos años cuando el señor Pascual Madoz animaba a los empresarios para que reconvirtiesen el edificio en una fábrica de hilado y papel, pero  puesto en venta en 1847, su comprador distaba de ser  un emprendedor industrial.  Según la descripción del anuncio de su subasta y a juzgar por su valor: 611.074 reales, el conjunto conventual seguía completo pero con tramos ya deteriorados, situación que se agravaría con su adquisición por un especulador que vende rápidamente el monasterio por partes: la Casiña a un vecino de Carracedo por 400 reales, la cocina, bodega y dos pisos al futuro párroco de Carracedo Roberto Calvo por 6.000 reales y el resto a un comerciante de Cacabelos.  El viejo palomar ubicado en las huertas del monas...