El Maestro de Oscar Wilde
La foto llegó más tarde |
** Cuando cayeron las tinieblas sobre la tierra, José de Arimatea, habiendo encendido una antorcha de madera de pino, bajó al valle desde el altozano, pues tenía que haceres en su casa.
Y vio a un joven desnudo que lloraba, arrodillado sobre las duras piedras del Valle de la Desolación. Tenía los cabellos de color de miel, y su cuerpo era como una flor blanca, pero había herido su cuerpo con espinas y sobre sus cabellos había puesto ceniza, a guisa de corona.
Y el que era dueño de grandes posesiones dijo al joven que estaba desnudo y lloraba:
-No me asombra que sea tan grande tu aflicción, pues en verdad Él era un hombre justo.
Y el joven respondió:
-No lloro por él, sino por mí. También yo he convertido el agua en vino, y he curado a los leprosos y dado vista a los ciegos. Yo he caminado sobre las aguas y he arrojado a los demonios de los que habitan en las tumbas. Yo he dado de comer a los hambrientos en el desierto en que no había alimento alguno, y he hecho salir a los muertos de sus angostas moradas, y, por mandato mío, en presencia de una gran multitud, se secó una higuera que no daba fruto. Todas las cosas que hizo ese hombre las he hecho yo también. Y, no obstante, a mí no me han crucificado.
Momento utópico.
Post publicado en el periódico digital Ileon.com
Irma.-
Siempre estamos a tiempo de crucificar a un justo.
ResponderEliminarBesos
Ya te digo.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Utópica ese dedo castigador impresiona, interesante visión del cuento de O. Wilde, no me creo nada que seas aprendiza y ya te vale no haber puesto tu grano de foto en la expo, la próxima vez vamos a buscarte de las orejas.
ResponderEliminarPrometo que todo fue fruto de la casualidad, pobres orejinas.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Muy buena la foto jajajaja hasta el retintín de la misma ha quedado planchado.
ResponderEliminarHe tenido que releerlo varias veces, telita con tu momento utópico.
Tiene mucha tela que cortar.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
ResponderEliminarMaravilloso.
Cada uno tiene su día, su suerte. No a todos se nos paga con la misma moneda, afortunadamente, ya que en muchas ocasiones, deberíamos haber sido crucificados. Y dado que no lo hemos sido, estamos condenados a llevar una vida vulgar... dentro de lo que cabe.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
Ya sabes que hay gente que siempre quiere lo que no tiene como el del cuento.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Si es que Irma lo hace muy bien, aunque no se lo acabe de creer ;).
ResponderEliminarSerás malajeeeeeeeeee, que bien que me haces sudar tinta.
EliminarUn abrazoteeee bien grande y pelín utópico, Irma.-
Im-PECABLE
ResponderEliminarjejejeje un pelín "PECABLE" si va a ser.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
I like your blog it seems very interesting, very funny photo with the story of the great Oscar Wilde background.
ResponderEliminarGreetings from Ottawa
Thank you very much, I'm glad you liked the photo and the story.
EliminarA hug utopian, Irma.-
Un ojo muy agudo utópica.
ResponderEliminarPura casualidad.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
La foto es muy buena. Aunque eso suele pasar. A muchos le dan el castigo sin merecerlo, y otros que lo merecen se van de rositas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al final todo está "reservado".
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Es lo que suele ocurrir que una sola palabra a muchos suele erir,y nunca se reconoce al que lo hizo el bien sin mirar a quien.
ResponderEliminarSaludos
Así de sencillo.
EliminarUn abrazote utópico, Irma.-
Wow..Wow y guau!
ResponderEliminar;)
EliminarAbrazote utópico, Irma.-