Regalo de Tomás Serrano para La utopía del día a día, el erizo el muy pillín se ha escapado Última vez que vimos al erizo por la utopía ** Hoy La utopía del día a día cumple cinco años y Patricia Furlong desde Vitoria me acaba de entrevistar en su programa de radio "La Fiaca" , gracias por hacerme sentir con estos pequeños detalles, tan especial y tan utópica a la vez, bonita manera de celebrar este cumpleaños bloguero y utópico. Gracias a todos los que dejáis algún comentario en el blog, a los que lo seguís, a los que me aguantáis y sobre todo a los que creéis en utopías y lucháis por hacerlas realidad, decir que en este tiempo he conocido a gente maravillosa de aquí y de allá, son tantas historias y tan bonitas, que se merecen una mención especial, en otro día especial, digamos que el día que celebremos todos juntos el día de santa Utopía o algo así, pero ese día Tomás Moro tiene que estar invitado, que menudo lío preparó, aunque el concepto no es el mismo p...
Pobre García, Ordoño, Sancho, etc y hasta la Urraca si levantaran la cabeza.
ResponderEliminarMuy acertada tu entrada sobre los Reyes de León.
Muy bueno.
ResponderEliminarQué razón tiene Lolo!
ResponderEliminarademás de verdad...si los pobrines vieran como estamos...en fin...
ResponderEliminarIrma muy bueno, gracias por ponerlo que no lo había visto
Besines ;)
Tiene toda la razón y con un sentido del humor que vamos lo borda.
ResponderEliminarGracias a todos, besines.
Irma.-
Es buenísimo, pobres reyes se vuelven a morir pero de pena NO COMO ESTOS que hay ahora, en fin.
ResponderEliminarSi nuestro Reino de León levantara la cabeza buscaria unos morritos Leire para darle en los morros al tuerce botas pucelano, León de la Riva.
ResponderEliminarPor cierto según el libro de texto Santillana «Castilla y León se constituyó en Comunidad Autónoma en el año 1983, cuando los ciudadanos mayores de 18 años de Castilla y León aprobaron su Estatuto de Autonomía».
http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=561023
DE DONDE HAN SACADO ESOOOOO??? PORQUE YO NO VOTÉ Y EN MI CASA NO SE ENTERÓ NI DIOS TAMPOCO.
Manda güevos.
Salud!